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La construcción del Arca de la Alianza fue pedida por Dios a Moisés mientras los judíos todavía estaban acampando en Sinaí (Éxodo 25:10-22; 37:1-9). – Número de diapositiva 1
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Fue construida por Bezalel, un artesano “lleno del Espíritu de Dios, con sabiduría, con compresión, con conocimiento y todo tipo de habilidades”. (Éxodo 31:1-10) – Número de diapositiva 2
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Las dimensiones del Arca eran dos codos y medio de longitud por un codo y medio de altura, por un codo y medio de ancho (un codo es aproximadamente 18 pulgadas o 45 cm). Se construyó de madera de acacia y estaba enchapado con oro puro, por dentro y por fuera. – Número de diapositiva 3
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En los costados del Arca, se fijaron cuatro anillos de oro a través de los cuales se colocaron dos varas, también de madera de acacia y recubiertas en oro. Estas varas siempre estaban colocadas en su lugar. Cuando era necesario mover el Arca, la familia de Kehat, de la tribu de Levi, la trasladaba sobre los hombros usando estas varas. – Número de diapositiva 4
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El Arca se llevaba aproximadamente 2000 codos (2600 pies, 800 metros) por delante de las personas cuando marchaban o por delante del ejército israelita. Al trasladarla, el Arca siempre estaba cubierta por un gran velo de pieles y tela azul, que la mantenía cuidadosamente oculta, incluso de los ojos de los sacerdotes y los levitas que la llevaban. – Número de diapositiva 5
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Sobre la caja, había una tapa de oro puro que medía dos codos y medio por un codo y medio, la cual se conocía como “propiciatorio” o “asiento sagrado”. Había dos querubines esculpidos también de oro puro que estaban fijados a la tapa. Los dos querubines estaban enfrentados el uno hacia el otro y tenían las alas extendidas hacia arriba, haciendo sombra sobre la cubierta. – Número de diapositiva 6
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Dentro del Arca, se encontraban las dos tablas con los Diez Mandamientos, la vara de Aarón y el recipiente del maná. – Número de diapositiva 7
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Según las leyes que Dios le dio a Moisés, solo el Sumo Sacerdote podía entrar en el Sanctasanctórum (recinto más sagrado) y solo una vez al año en el Día del Perdón (Yom Kippur). Antes de entrar, el Sumo Sacerdote se lavaba, se colocaba una vestimenta especial y reunía incienso y la sangre de un animal sacrificado. Una vez dentro del Sanctasanctórum, el Sumo Sacerdote quemaba el incienso; luego, salpicaba la sangre en el asiento sagrado del Arca. Este acto era parte de una ceremonia que se realizaba cada año y en la que los israelitas como nación pedían perdón a Dios por sus pecados. – Número de diapositiva 8
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La declaración más explícita de la presencia de Dios en el Sanctasanctórum se encuentra en las instrucciones para el Día del Perdón, donde Dios declara: “Aparezco en la nube sobre el asiento sagrado” (Levítico 16:2). – Número de diapositiva 9
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El Arca era la manifestación de la presencia física de Dios en la Tierra (la gloria Shekhina). Cuando Dios habló con Moisés en la Tienda del Encuentro en el desierto, lo hizo desde el espacio que hay entre los dos querubines (Números 7:89). – Número de diapositiva 10
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El Arca acompañó a los judíos durante el tiempo que estuvieron en el desierto. Cuando los judíos cruzaron la tierra de Canaán, las aguas del Río Jordán se separaron milagrosamente y el Arca los guió hasta el otro lado (Josué, 3). Durante su conquista de la tierra, los judíos fueron acompañados por el Arca, y la demostración más dramática de su poder fue cuando los judíos quebraron las paredes de Jericó meramente dando una vuelta alrededor de ellas, soplando trompetas y llevando el Arca (Josué 6). – Número de diapositiva 11
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Después de haberse completado la conquista, el Arca y el Tabernáculo entero se dejaron en Shiloh (Josué 18). Allí quedaron hasta las batallas de los judíos con los filisteos, durante el Sacerdocio de Eli. Los judíos, después de sufrir una derrota a manos de los filisteos, llevaron el Arca desde Shiloh hasta Ebenezer con la esperanza de ganar la siguiente batalla. Pero los judíos fueron derrotados y el Arca fue capturada por los Filisteos (I Samuel 4). – Número de diapositiva 12
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Los filisteos se llevaron el Arca al regresar a Asdod, donde la colocaron en el templo de su dios Dagón. Al día siguiente, sin embargo, encontraron al ídolo caído sobre su rostro. Reemplazaron la estatua y, al día siguiente, la encontraron decapitada; solo quedaba el tronco. Poco tiempo después, la ciudad entera de Asdod fue azotada por una plaga. Los filisteos se llevaron al Arca a la ciudad de Gath y desde allí a Ecrón, pero donde fuera que se encontraba el Arca, los habitantes sufrían una plaga. Después de siete meses, los filisteos decidieron enviar el Arca de nuevo con los israelitas junto con costosos regalos. – Número de diapositiva 13
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Desde Beit Shemesh, el Arca fue transportada hasta Kiryat Yearim, donde permaneció por veinte años. Desde allí, el Rey David la transportó a Jerusalén. En el camino, sin embargo, los bueyes que la llevaban tropezaron y cuando Uza la tocó para estabilizarla, murió inmediatamente. Como resultado de esta tragedia, David decidió dejar el Arca en la casa de Obed-Edom, el gitita. Tres meses más tarde, la envió a Jerusalén, la sede de su reino, donde permaneció hasta la construcción del Primer Templo por David, hijo de Salomón (I Sam. 5–6). – Número de diapositiva 14
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El Arca permaneció en el Templo hasta la destrucción babilónica de Jerusalén, liderada por Nabucodonosor. Lo que le ocurrió al Arca antes o después de que el Templo fuera destruido es desconocido y ha sido motivo de especulaciones y debates druante siglos. Es poco probable que los babilonios la hayan tomado, como ocurrió con otros recipientes del Templo, porque no aparece ninguna mención del Arca en las listas detalladas de lo que se llevaron. – Número de diapositiva 15
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Mientras Jesús estaba en la cruz, el velo que estaba frente al Sanctasanctórum se rasgó de arriba a abajo (Mateo 27:50-51). Al rasgarse el velo, Dios demostraba dramáticamente que las personas ya no necesitaban una barrera que les impidiera acceder a Dios. En Hebreos 10:19-20 se dice: “Tenemos libertad de entrar en el Lugar Más Sagrado por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que nos ha sido abierto a través del velo, esto es, de su cuerpo”. – Número de diapositiva 16
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Número de diapositiva 17