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Daniel episodio 5: En el foso de los leones

Daniel decide orar y obedecer a Dios.
Contribución de David & Goliath (DG)
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Cuando el rey Nabucodonosor murió, Darío fue elegido para ocupar su lugar como rey. – Número de diapositiva 1
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Después de tomar el control del imperio babilónico, el rey Darío lo dividió en 120 provincias diferentes con un gobernador que gobernaba sobre cada una. Sobre estos gobernadores, el rey nombró a 3 supervisores, y Daniel fue uno de ellos. – Número de diapositiva 2
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Daniel estaba lleno de sabiduría y habilidad porque el Señor estaba con él. Por eso, el rey Darío pensó en ponerlo a cargo de todo el reino. Los gobernadores y otros supervisores tenían mucha envidia de Daniel. – Número de diapositiva 3
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Estos gobernantes envidiosos querían encontrar algo malo en Daniel para informarle al rey. Así que vigilaron atentamente todo lo que Daniel hacía, pero no pudieron encontrar nada malo en él, porque Daniel era digno de confianza. No engañó al rey y nada malo se podía decir de él. – Número de diapositiva 4
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Los que conspiraban contra Daniel hablaban en voz baja: “No encontraremos una sola queja contra Daniel. La única manera de acusarlo de maldad tiene que estar relacionada con su forma de obedecer las leyes de su Dios. Mis fuentes me dicen que Daniel  ora a su Dios tres veces al día. Si Daniel pone a su Dios por encima del rey, tendremos una razón para acusarlo de maldad”. – Número de diapositiva 5
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Los que tenían envidia de Daniel fueron al rey con un plan perverso: “Viva para siempre, rey Darío”, declararon, “tú estás por encima de todos y de todo en este reino, por eso, como muestra de agradecimiento, los supervisores, capitanes, gobernadores y otros consejeros de tu palacio quieren pedirte que des una orden real: que nadie debe orar a nadie, excepto a ti, durante treinta días. Cualquiera que desobedezca esta orden será arrojado al foso de los leones”. – Número de diapositiva 6
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El rey Darío aceptó y promulgó en vano la ley. Una vez promulgada, la ley no podía modificarse. – Número de diapositiva 7
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Cuando Daniel se enteró de la nueva ley del rey, entró en su casa con las ventanas de su aposento alto abiertas hacia Jerusalén y, como siempre, se arrodilló para orar y alabar a Dios tres veces al día. – Número de diapositiva 8
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Pero un día, unos espías entraron en la casa de Daniel y lo encontraron adorando y orando a Dios. Inmediatamente lo agarraron y lo llevaron al palacio, donde lo llevaron ante el rey.<br/>“¿Qué está pasando aquí?”, exclamó Darío. “¿Por qué tienen a Daniel atado?” – Número de diapositiva 9
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Uno de los gobernadores comenzó a responder con arrogancia: “¿No promulgaron ustedes una ley que dice que durante los próximos treinta días, cualquiera que adorara a otro dios que no fuera el suyo sería arrojado al foso de los leones?”<br/>“Así es”, respondió el rey, “y la ley no se puede cambiar”.<br/>Señalaron a Daniel y le dijeron: “Daniel, que es uno de los cautivos de Judá, no te ora. Él adora a su Dios y le ora tres veces al día”. – Número de diapositiva 10
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El rey estaba muy molesto, pero no tuvo más remedio que arrojar a Daniel al foso de los leones. Él apreciaba mucho a Daniel. Daniel era un siervo sabio y confiable. Pero la ley no podía cambiarse. Darío miró a Daniel con profundo pesar y dijo: “Daniel, que el Dios a quien sirves tan fielmente te salve de los leones”. – Número de diapositiva 11
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Luego, con vacilación, ordenó a sus sirvientes que cumplieran su orden. – Número de diapositiva 12
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En la guarida, los leones hambrientos rugían fuertemente mientras giraban ferozmente en torno a ellos. – Número de diapositiva 13
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Daniel fue arrojado al foso de los leones y la entrada fue tapada con una gran piedra. Daniel quedó atrapado dentro con los leones hambrientos. – Número de diapositiva 14
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El rey Darío regresó a su palacio con el corazón angustiado. No podía dormir porque pensaba en Daniel. – Número de diapositiva 15
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Así que, muy de mañana, el rey se dirigió rápidamente al foso de los leones y con voz temblorosa gritó tan fuerte como pudo. – Número de diapositiva 16
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“Daniel, siervo del Dios viviente, ¿te ha podido tu Dios librar de los leones?” – Número de diapositiva 17
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Después de unos momentos, se escuchó una voz desde lo profundo de la guarida. – Número de diapositiva 18
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Daniel respondió: “Viva el rey para siempre. Mi Dios envió a su ángel y cerró la boca de los leones. Los leones no me hicieron daño porque mi Dios sabe que soy inocente y que nunca hice nada malo”. – Número de diapositiva 19
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El rey Darío se puso muy contento al encontrar a Daniel con vida. Con el corazón lleno de alegría, el rey inmediatamente pidió a sus sirvientes que sacaran a Daniel del foso de los leones. Cuando el rey vio a Daniel se quedó asombrado. Daniel se veía bien y no tenía ni un solo rasguño. – Número de diapositiva 20
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Al darse cuenta de que Daniel era víctima de una conspiración, el rey Darío ordenó que los hombres que acusaban a Daniel, junto con sus familias, fueran arrojados al foso de los leones. – Número de diapositiva 21
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Esta vez el ángel del Señor ya no estaba en el foso, por lo que fueron destrozados. – Número de diapositiva 22
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El rey Darío decidió escribir una carta a todos los habitantes de su reino. La carta decía lo siguiente: “La paz sea con ustedes. Yo, el rey Darío, doy la siguiente orden: En todos los lugares de mi reino, todos deben temer y respetar al Dios de Daniel, porque Él es el Dios viviente que vive para siempre. Su reino nunca será destruido y su gobierno nunca terminará. Dios rescata y salva. Él hace grandes milagros en el cielo y en la tierra. Él ha rescatado a Daniel del poder de los leones”. – Número de diapositiva 23
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Número de diapositiva 24