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Cuando Moisés murió, Dios designó a Josué como su líder. Josué fue un hombre valiente que eligió obedecer a Dios. Su misión de guiar al pueblo de Israel hacia la tierra prometida no fue fácil, pero el Señor prometió estar con él. – Número de diapositiva 1
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Dios había liberado a su pueblo de los egipcios, pero aún tenían un gran obstáculo por delante. Ahora debían enfrentarse a los gigantes de Canaán y entrar en la tierra prometida. – Número de diapositiva 2
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Israel estaba acampando cerca de la ciudad de Jericó en la tierra de Canaán. – Número de diapositiva 3
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Josué escogió a dos espías para que entraran a escondidas en la ciudad de Jericó sin ser descubiertos. Debían explorar la ciudad sin ser descubiertos. Jericó era una gran ciudad al otro lado del río Jordán. Fue la primera ciudad que el pueblo de Israel tendría que conquistar al entrar en Canaán. – Número de diapositiva 4
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Los espías debían explorar la ciudad y sus defensas. Si alguien descubría el propósito de su visita, podría costarles la vida. Además, si los habitantes de Jericó se enteraban de que los israelitas acampaban cerca, podrían atacarlos inesperadamente. Era una misión ultrasecreta. – Número de diapositiva 5
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Al llegar a Jericó, los espías descubrieron que era una ciudad grande y poderosa, rodeada de murallas muy altas y gruesas. Recopilaron información sobre la gente y cómo protegían la ciudad. Al caer la noche, tuvieron que encontrar un lugar donde esconderse para, por la mañana, poder regresar al campamento del pueblo de Israel. – Número de diapositiva 6
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En su momento de necesidad, Dios los ayudó de nuevo. Entraron en la casa de una mujer llamada Rajab. Ella había oído hablar de la grandeza de su Dios y estaba dispuesta a albergarlos. – Número de diapositiva 7
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Pero parece que los dos espías no entraron a escondidas sin ser vistos. Alguien descubrió que estaban en la ciudad y fue directamente al rey de Jericó.<br/>Este informó: “Dos extranjeros estuvieron hoy en Jericó. Creo que son espías de los israelitas. Los vieron yendo a la casa de Rajab”.<br/>El rey, furioso, ordenó ir inmediatamente a casa de Rajab y traerle a los espías. – Número de diapositiva 8
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Rajab oyó el sonido de pasos que se dirigían a su casa, seguido de unos fuertes golpes en su puerta. – Número de diapositiva 9
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Sabía que los hombres del rey buscaban a los dos espías judíos. Pero en lugar de traicionarlos, los llevó al tejado y los escondió bajo los tallos de lino. Luego regresó y abrió la puerta lentamente. – Número de diapositiva 10
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Los hombres del rey gritaron: “Saquen a los dos hombres que tienen escondidos en su casa; son espías de Israel. Entréguennoslos inmediatamente”.<br/>“Sí, pasaron dos hombres, pero tenían prisa y se fueron temprano hoy”, respondió ella. “No tenía ni idea de quiénes eran. No sé adónde fueron, pero si se dan prisa, podrían atraparlos”.<br/>Los hombres del rey se apresuraron a buscar a los espías. – Número de diapositiva 11
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Después de que se fueron, subió al tejado donde había escondido a los espías. “He oído hablar De su Dios. Todos hemos oído hablar de Él”, dijo con voz temblorosa. “He oído cómo salisteis de Egipto, cómo su Dios secó el Mar Rojo y cruzasteis por tierra firme. Sé cómo Dios les dio la victoria y no hay Dios como su Dios. Él es el Señor del cielo y la tierra y les ha dado esta tierra. Toda Jericó está aterrorizada y tiembla ante ustedes por esto”.<br/>Rajab continuó: “Les pido una cosa. Por favor, júrenme que me mostraréis a mí y a mi familia la misma bondad que yo les he mostrado a ustedes, cuando vengan a conquistar Jericó”. – Número de diapositiva 12
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Los espías prometieron: “Cuando el Señor entregue Jericó en nuestras manos, les mostraremos bondad y fidelidad tanto a ti como a tu casa”.<br/>Los espías tenían que regresar con Josué y el pueblo de Israel, pero después de todo lo sucedido, era muy arriesgado que los vieran en la ciudad. – Número de diapositiva 13
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Rajab tuvo una idea. Su casa formaba parte de la muralla exterior de la ciudad. Así que los bajó con una cuerda por la ventana.<br/>“Vayan a las montañas para que no se encuentren con quienes quieren capturarlos”, dijo Rajab. “Escóndanse allí tres días hasta que se calmen las cosas”. – Número de diapositiva 14
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Después de tres días de estar escondidos en el bosque, bajaron de las montañas, cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Josué y el pueblo de Israel. – Número de diapositiva 15
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Cuando los espías regresaron al campamento, le contaron a Josué todo lo que les había sucedido. Josué se maravilló de cómo Dios los había cuidado.<br/>Además, Josué descubrió algo muy importante. El pueblo de Israel podía temer atacar la ciudad de Jericó, pero los habitantes de esta gran y poderosa ciudad les temían más a ellos y a su Dios.<br/>Si Dios está con nosotros, no tenemos nada que temer. – Número de diapositiva 16
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Número de diapositiva 17