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Dios le había dicho a Moisés que fuera a faraón con un mensaje para que dejara ir a los esclavos hebreos para que pudieran adorar a Dios en el desierto. – Número de diapositiva 1
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Pero el faraón se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. Entonces Dios dijo que enviaría plagas sobre Egipto. Dios les dijo a Moisés y Aarón que bajaran al río Nilo, donde faraón fue por la mañana. – Número de diapositiva 2
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Aarón golpeó el río Nilo con su vara. El agua se transformó en sangre. Los peces murieron, los egipcios no pudieron beber el agua y el río olía mal. Los magos de Faraón hicieron lo mismo con sus artes secretas. Faraón se negó a obedecer a Dios, se dio la vuelta y regresó al palacio. – Número de diapositiva 3
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Siete días después, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Aarón que extendiera su vara sobre los arroyos, canales y estanques para hacer que las ranas salieran a la tierra.<br/>“Ruega a tu Dios que quite las ranas de mi pueblo y yo dejaré ir a tu pueblo”, prometió el faraón. Cuando Moisés oró, las ranas murieron. Pero el faraón no cumplió su promesa de dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 4
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Entonces, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Aarón que golpeara el polvo con su vara y el polvo se convertiría en mosquitos. Los mosquitos pululaban por todas partes sobre personas y animales. Faraón todavía tenía un corazón duro y se negó a dejar que los hebreos fueran a adorar a Dios. – Número de diapositiva 5
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Luego, densos enjambres de moscas zumbaron alrededor de los egipcios, pero no de los esclavos hebreos que vivían en Gosén. El faraón le rogó a Moisés que orara a Dios para detener la plaga. Moisés oró y las moscas se fueron, pero el faraón incumplió su promesa y se negó a liberar a los esclavos. – Número de diapositiva 6
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Moisés fue nuevamente ante el faraón. “Si no dejáis ir a mi pueblo, mañana Dios traerá una plaga terrible sobre vuestros caballos, asnos, camellos, vacas, ovejas y cabras. Pero el ganado de los esclavos se salvará”. Y eso es lo que pasó. Pero el faraón todavía se negó a liberar a los esclavos. – Número de diapositiva 7
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Entonces Moisés tomó hollín de un horno y lo arrojó al aire delante de faraón.<br/>"Dios dice que este hollín se convertirá en un polvo fino y a las personas y a los animales les saldrán llagas purulentas".<br/>Los magos de faraón no pudieron resistir ante Moisés debido a las llagas que les brotaron a ellos y a los egipcios. Pero faraón todavía se negó a dejar ir al pueblo de Dios. – Número de diapositiva 8
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Luego Dios envió una feroz granizada. Los relámpagos llenaron el cielo y grandes granizos cayeron con fuerza. Los que fueron sorprendidos afuera fueron asesinados. Pero la tormenta no afectó a los esclavos que vivían en Gosén.<br/>“He pecado. El Señor tiene razón”, le dijo el faraón a Moisés.<br/>“Te dejaré ir”. Pero cuando Dios detuvo la tormenta, el faraón cambió de opinión. – Número de diapositiva 9
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Entonces Moisés levantó su bastón sobre Egipto. Durante toda la noche sopló un viento del este que trajo un enjambre de langostas. Cubrieron el suelo, haciéndolo parecer negro y se comieron todo lo que crecía en los campos hasta que no quedó nada verde en las plantas o árboles. El faraón le rogó a Moisés que orara y detuviera la plaga y luego liberaría a los esclavos.<br/>Moisés oró y el viento cambió de dirección y llevó las langostas al Mar Rojo. Pero una vez más el faraón cambió de opinión. – Número de diapositiva 10
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Moisés extendió sus manos y la oscuridad total cubrió la tierra durante tres días. Sólo en Gosén, donde vivían los esclavos hebreos, había luz. Faraón llamó a Moisés. “Vayan y adoren a Dios. Llévate también a tus mujeres y a tus niños, pero debes dejar a tus animales”.<br/>“Nuestros animales deben viajar con nosotros”, insistió Moisés. "Algunos son necesarios para ofrecer sacrificios a Dios".<br/>“Fuera de mi vista”, ordenó el faraón. “No vuelvas a aparecer ante mí nunca más. Si lo haces, morirás”. – Número de diapositiva 11
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“Tal como tú dices”, respondió Moisés. “No volveré a aparecer ante ti. Pero Dios tiene una plaga más que enviar. Hacia medianoche morirá el hijo primogénito de cada familia y animal, y habrá llanto y lamentación en todas partes, excepto entre el pueblo de Dios”. – Número de diapositiva 12
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Moisés les dijo a los esclavos hebreos que sacrificaran un cordero y pusieran un poco de sangre alrededor de los marcos de las puertas de sus casas. A medianoche, el hijo primogénito de cada familia egipcia fue encontrado muerto, pero todos los que estaban en las casas con sangre alrededor de los marcos de las puertas se salvaron.<br/>Faraón llamó a Moisés y le dijo: "Levántate. Deja a mi pueblo y ve y adora al Señor Dios. Lleva contigo a tus familias y animales. Por favor, bendíceme”. – Número de diapositiva 13
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Sin embargo, una vez que los esclavos se fueron, el faraón cambió de opinión. Se subió a su carro y reunió todas sus tropas y 600 carros para perseguir a los hebreos que escapaban. Los tenía atrapados frente al Mar Rojo. – Número de diapositiva 14
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Pero Dios abrió un camino a través del Mar Rojo para que Su pueblo cruzara al otro lado. Faraón ordenó a sus tropas y carros que siguieran el camino a través del mar con muros de agua construidos a ambos lados. – Número de diapositiva 15
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Con los esclavos hebreos a salvo al otro lado, Dios le dijo a Moisés que levantara sus manos sobre el mar. Al amanecer los muros de agua se derrumbaron y el camino seco desapareció. Todo el ejército de faraón fue barrido. Nadie sobrevivió.<br/>Moisés y el pueblo en la orilla sabían que Dios los había librado tal como lo había prometido y habían puesto su confianza en Él. – Número de diapositiva 16
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Número de diapositiva 17