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Tan pronto como terminó la competencia en el monte Carmelo y el Señor mostró su poder enviando fuego, Elías le dijo al rey Acab: “Ve, come y bebe, porque viene una lluvia intensa”. – Número de diapositiva 1
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Luego Elías subió a la cima del monte Carmelo con su criado. – Número de diapositiva 2
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Luego se inclinó hasta el suelo, puso el rostro entre las rodillas y oró para que lloviera. – Número de diapositiva 3
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“Ve y mira hacia el mar”, le dijo Elías a su criado. Entonces el criado se acercó y miró. – Número de diapositiva 4
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Pero no pudo ver ningún signo de lluvia. – Número de diapositiva 5
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“No hay nada allí”, informó el sirviente. Entonces Elías oró por segunda vez. – Número de diapositiva 6
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El sirviente fue enviado a mirar de nuevo. – Número de diapositiva 7
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Pero volvió para decir que todavía no había señales de lluvia. – Número de diapositiva 8
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Elías oró por tercera vez. – Número de diapositiva 9
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El sirviente miró hacia el mar una vez más. – Número de diapositiva 10
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Pero de nuevo no había nada que ver. Elías oró por cuarta vez. – Número de diapositiva 11
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Pero todavía no hubo respuesta a su oración por lluvia. – Número de diapositiva 12
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Elías continuó orando por quinta vez. El sirviente volvió a escudriñar el cielo. – Número de diapositiva 13
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Pero no había señales de lluvia. – Número de diapositiva 14
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Elías no estaba dispuesto a darse por vencido. Dios había prometido enviar lluvia cuando Elías lo pidió. ¿Dios iba a cumplir su promesa? – Número de diapositiva 15
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Elías oró por séptima vez. El sirviente subió para mirar al mar. – Número de diapositiva 16
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De repente, notó una pequeña nube, del tamaño del puño de un hombre, surgiendo del mar. Se apresuró a regresar para contarle a Elías la noticia. – Número de diapositiva 17
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Elías sabía que Dios había respondido a su oración y tenía un mensaje para el rey Acab. “Engancha tu carro y baja la montaña antes de que la lluvia te detenga”. El cielo se oscureció con nubes, el viento se levantó y empezó a llover intensamente. El rey Acab partió rápidamente en su carro. – Número de diapositiva 18
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El poder del Señor vino sobre Elías y, metiéndose la capa en el cinturón, corrió delante de Acab hasta Jezreel. Era aproximadamente la misma distancia que una carrera de maratón. – Número de diapositiva 19
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Número de diapositiva 20