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Cuando el faraón, gobernante de Egipto, vio cuántos hebreos había en su tierra, los convirtió en esclavos y los obligaron a trabajar duro para él día tras día. Entonces el faraón ordenó que los bebés varones nacidos de hebreos debían ser asesinados. – Número de diapositiva 1
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Un bebé hebreo, Moisés, fue escondido en una cesta entre los juncos altos junto al río Nilo. Lo encontró la hija del faraón, que decidió adoptarlo. Moisés se crió en el palacio, pero más tarde escapó de Egipto y consiguió un trabajo cuidando ovejas en el desierto. – Número de diapositiva 2
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Un día, Moisés vio una zarza que se había encendido. Mientras la observaba, ardía sin parar. Cuando Moisés la miró más de cerca, la voz de Dios habló desde la zarza y ​​dijo: “He visto cómo Mi pueblo sufre como esclavo. Ve a Egipto y dile al Faraón que los deje ir”. – Número de diapositiva 3
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Moisés tenía miedo y no creía que el Faraón lo escucharía. Dios le dijo a Moisés que arrojara su vara de madera al suelo y se convirtió en una serpiente. Dios le dijo que tomara la serpiente por la cola y se convirtió nuevamente en una vara de madera. Pero aunque Dios le había mostrado a Moisés esta señal para ayudarlo a confiar en Él, Moisés todavía tenía miedo. – Número de diapositiva 4
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Dios le dio otra señal a Moisés: le dijo que metiera la mano en su manto y cuando la sacó, su mano estaba blanca por una terrible enfermedad de la piel llamada lepra. Cuando Moisés volvió a meter la mano en su manto y la sacó, la lepra había desaparecido. – Número de diapositiva 5
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Moisés todavía tenía miedo de ir a ver al faraón y se excusó diciendo que no era muy bueno hablando. Entonces Dios le dijo que debía llevar a su hermano Aarón con él. – Número de diapositiva 6
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Entonces Moisés y Aarón viajaron a Egipto y le dijeron al Faraón que Dios había dicho: “Deja ir a mi pueblo”. El Faraón no quería perder a sus esclavos y dijo: “¡No!”. – Número de diapositiva 7
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Entonces Dios decidió enviar plagas a Egipto para demostrar que Él es el Dios todopoderoso. Le dijo a Aarón que sostuviera su vara sobre el río Nilo y toda el agua de la tierra se volvió roja como la sangre. Los peces murieron y el agua apestaba. Pero el Faraón se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 8
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Entonces Dios envió una plaga de ranas. Había ranas saltando por todas partes. Pero el Faraón se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 9
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Luego, Dios envió muchos insectos pequeños llamados mosquitos para que cubrieran la tierra como si fuera polvo. Incluso los magos del faraón sabían que solo Dios tenía el poder para hacer esto. Pero el faraón seguía negándose a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 10
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Entonces Dios envió una cuarta plaga: ¡moscas! Las moscas pululaban alrededor del palacio del faraón y de los egipcios, pero no alrededor de los esclavos hebreos. Pero ¿dejaría él ir a los esclavos hebreos? No. – Número de diapositiva 11
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Entonces Dios envió una plaga sobre los caballos, asnos, camellos, vacas, ovejas y cabras pertenecientes a los egipcios. Pero los animales pertenecientes a los esclavos hebreos fueron protegidos de la plaga. Pero el Faraón todavía se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 12
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Luego Dios envió una plaga de llagas purulentas y horribles que brotaban en la piel de personas y animales. Pero el Faraón seguía negándose a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 13
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Incluso cuando Dios envió la peor tormenta de truenos y granizo que Egipto había visto jamás, el Faraón no dejó ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 14
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Entonces Dios envió un viento del este que trajo una plaga de langostas que cubrieron la tierra y se comieron todos los cultivos que estaban creciendo.<br/>Pero en lugar de obedecer a Dios, el Faraón endureció su corazón y se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 15
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Incluso cuando Dios puso a los egipcios en oscuridad durante tres días mientras los esclavos hebreos tenían luz, Faraón todavía se negó a dejar ir a los esclavos hebreos. – Número de diapositiva 16
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Entonces Dios decidió enviar una última y terrible plaga. A medianoche moriría el primogénito de cada familia. Lo mismo sucedería con el ganado. Pero Dios les dijo a los hebreos que sacrificaran un cordero y pintaran con su sangre alrededor de sus puertas. Todos los que vivieran en casas cubiertas por la sangre vivirían. – Número de diapositiva 17
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Esa noche, el ángel que cumplía la orden de Dios pasó por todas las casas que tenían sangre alrededor de la puerta. Pero hubo llanto y lamentos en todo Egipto cuando los primogénitos de todos los egipcios fueron encontrados muertos.<br/>Por fin, el Faraón supo que no tenía el poder para seguir negándose a Dios. Le dijo a Moisés que los esclavos hebreos podían ser liberados. – Número de diapositiva 18
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Los esclavos hebreos estaban listos y esperando para partir. Los egipcios incluso les dieron regalos para despedirlos. Así que se dirigieron a la tierra que Dios les había prometido darles. – Número de diapositiva 19
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Número de diapositiva 20