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El Rey Ezequías y la invasión asiria

El rey Ezequías vuelve al pueblo hacia Dios y reza por la salvación cuando invaden los asirios.
Contribución de Sweet Publishing
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Antes de que Ezequías se convirtiera en el Rey de Reino del Sur o Reino de Judá, las personas habían desobedecido a Dios y habían adorado a dioses falsos. – Número de diapositiva 1
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Ezequías tenía 25 años cuando se convirtió en rey y reinaba en Jerusalén. Estaba decidido a obedecer a Dios y vivir según sus mandamientos desde el principio de su reinado. – Número de diapositiva 2
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Ezequías ordenó que se destruyeran los altares de los dioses falsos. Rompió la serpiente de bronce que había hecho Moisés, ya que las personas también la adoraban. – Número de diapositiva 3
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Ordenó que se cortaran los postes erigidos en honor del ídolo Astoret. – Número de diapositiva 4
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Durante el primer mes de su reinado, Ezequías abrió el templo y reparó las puertas. Se les dijo a los levitas que se consagraran a Dios y que luego purificaran el templo. Tardaron 16 días para retirar las cosas que no debían estar en el templo, limpiarlo y preparar el edificio para adorar a Dios como Él había ordenado. – Número de diapositiva 5
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Al día siguiente, el Rey Ezequías reunió a los funcionarios de la ciudad y subió al templo para ofrecer sacrificios. Los levitas dirigieron las alabanzas tocando trompetas, címbalos, arpas y liras, tal como se había hecho en los días del Rey David. El Rey y sus funcionarios se arrodillaron ante Dios y cantaron alabanzas. Todos estaban felices porque los servicios en el templo se habían restaurado rápidamente. Se enviaron invitaciones a los judíos de los Reinos del Norte y del Sur para celebrar las Pascuas Judías y una gran multitud se reunió el mes siguiente en Jerusalén. Era una ocasión feliz y Dios escuchó las plegarias. Las personas regresaron a su hogar para destruir los otros altares que se habían construido para los dioses falsos. – Número de diapositiva 6
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En el 4.º año del reinado de Ezequías, el Rey Salmanasar de Asiria invadió el Reino del Norte de Israel que estaba bajo el mando del Rey Oseas. Dios les había advertido a estos judíos que, a menos que dejaran de adorar ídolos y lo obedecieran a Él, se volverían esclavos de los asirios. – Número de diapositiva 7
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Los asirios asediaron Samaria y dos años más tarde capturaron la ciudad. Los habitantes fueron llevados a Asiria como prisioneros, tal como Dios les había advertido. – Número de diapositiva 8
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Diez años más tarde, los asirios regresaron para invadir el Reino de Judá, que estaba bajo el mando del Rey Ezequías. Una tras otra, las ciudades cayeron en manos del poderoso ejército asirio. – Número de diapositiva 9
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Los asirios asediaron la ciudad de Laquis. El Rey Ezequías sabía que Jerusalén serían el próximo objetivo de este poderoso ejército. Reparó los muros de la ciudad y se preparó para la batalla. Envió un mensaje a los asirios:<br/>–He cometido un error al apoyar a los egipcios. Pagaré lo que ustedes pidan para retirarme. – Número de diapositiva 10
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El rey de Asiria pidió un pago de trescientos talentos (11 toneladas) de plata y treinta talentos (1 tonelada) de oro. Entonces, Ezequías le dio toda la plata y el oro que había en los tesoros del palacio real y el templo. – Número de diapositiva 11
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El Rey Senaquerib de Asiria tomó el dinero pero no abandonó el territorio. – Número de diapositiva 12
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Por el contrario, envió a su comandante en jefe, su primer oficial y su comandante de armas junto con un gran ejército, desde Laquis hasta donde se encontraba el Rey Ezequías en Jerusalén. Gritaron sus demandas. <br/>Ezequías alentó al pueblo:<br/>–Sean fuertes y valientes. No teman ni se desanimen por el Rey de Asiria y el gran ejército que lo acompaña, ya que un gran poder superior al suyo está con nosotros. – Número de diapositiva 13
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Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo del palacio, Sebna, el secretario, y Joa, el hijo de Asaf, el cronista, fueron a hablar con ellos. Los asirios hablaban  en hebreo y en voz alta para que aquellos que estaban en los muros pudieran oírlos:<br/>–¡Ustedes dicen que están listos para la guerra, pero sus palabras carecen de sentido! ¿En quién confían que se rebelan contra mí?<br/>Los hombres de Ezequías les pidieron que no hablaran en hebreo ya que aquellos en Jerusalén podían oírlos, pero los asirios se negaron. – Número de diapositiva 14
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Gritaron:<br/>–El gran rey de Asiria dice: “No dejen que Ezequías los engañe. Él no puede salvarlos. No le crean cuando les dice que el Señor los rescatará. ¿Acaso algún dios ha sido capaz de detener al ejército asirio?”<br/>Aquellos que escuchaban en los muros permanecieron en silencio como se les había indicado. Los oficiales de Ezequías regresaron con sus vestimentas rasgadas en señal de aflicción para contarle al rey lo sucedido. – Número de diapositiva 15
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Cuando el Rey Ezequías oyó el informe, desgarró sus vestimentas, se puso saco y fue el templo del Señor. Envió a sus oficiales a ver al profeta Isaías, el cual replicó:<br/>–El Señor dice: “No teman. Los asirios me han blasfemado. Haré que el rey asirio escuche un informe que lo obligará a regresar a sus tierras, donde será asesinado”. – Número de diapositiva 16
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Tal como había dicho Isaías, el Rey Senaquerib escuchó que los egipcios estaban marchando para luchar contra él. El arrogante rey envió un mensaje a Ezequías que decía, “No permitas que el Dios en quien confías te engañe. ¿Acaso los dioses de las otras naciones que le conquistado las han salvado?”. Cuando Ezequías recibió el mensaje, lo llevó al templo y lo extendió frente a Dios.<br/>–Mira las palabras de Senaquerib que te ridiculizan, Señor –rezó Ezequías–. ¡Sálvanos de los asirios para que todas las naciones sepan que solo tú eres Dios! – Número de diapositiva 17
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Isaías el profeta tenía un mensaje del Señor para Ezequías:<br/>–El Rey de Asiria no entrará en la ciudad ni construirá una rampa de asedio para atacar. – Número de diapositiva 18
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–Él no entrará en la ciudad. El Señor defenderá Jerusalén y la salvará. – Número de diapositiva 19
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Esa noche, el ángel del Señor se presentó el en campamento asirio y mató 185.000 hombres. Cuando las personas se levantaron a la mañana siguiente, había cadáveres por todas partes. El Rey Senaquerib desarmó el campamento y se retiró a Nínive. – Número de diapositiva 20
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Un día, mientras el Rey Senaquerib estaba rindiendo culto en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramelec y Sarezer lo asesinaron. El Rey Ezequías gobernó por 29 años sirviendo y obedeciendo al Señor. – Número de diapositiva 21
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Número de diapositiva 22