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El altar del testimonio

Cuando las tribus al este del río Jordán construyen un altar, esto casi provoca la guerra.
Contribución de Sweet Publishing
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Con Josué como su líder, los israelitas habían cruzado el río Jordán y muchos pueblos y ciudades de la Tierra Prometida. – Número de diapositiva 1
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En las tierras que Dios había prometido a Su gente, vivían muchas naciones y pueblos que adoraban ídolos y eran famosos por su maldad. – Número de diapositiva 2
3
Los israelitas, con la ayuda de Dios, capturaron gran parte de la tierra, pero todavía había siete tribus de Israel que no habían recuperado el territorio que les había sido asignado. – Número de diapositiva 3
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Josué y los israelitas establecieron el tabernáculo en un lugar llamado Silo, en el medio de la Tierra Prometida. Desde allí, Josué envió tres hombres de cada una de las siete tribus sin tierras para explorar la tierra y poder dividirla entre ellos. – Número de diapositiva 4
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Cuando regresaron, el Señor le mostró a Josué mediante un dibujo de los lotes sagrados qué partes de la tierra deberían asignarse a cada una de las tribus. – Número de diapositiva 5
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Una tribu, sin embargo, los levitas, no habían recibido tierras porque eran los sacerdotes del Señor. Ellos consultaron con Eleazar, el Supremo Sacerdote, Josué y los líderes de las otras tribus diciendo:<br/>–El Señor le ha ordenado a Moisés que les dé ciudades a los levitas para asentar nuestros hogares y tener pasturas para nuestro ganado. – Número de diapositiva 6
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Entonces los levitas recibieron ciudades, distribuidas a lo largo de la Tierra Prometida, donde pudieron vivir y tener tierras para sus animales. – Número de diapositiva 7
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Seis ciudades fueron elegidas como lugares para refugios. Si alguien accidentalmente mataba a otra persona, podía huir a una ciudad de refugio y recibir protección, en el caso de que alguien quisiera vengarse. En una ciudad de refugio, tanto los judíos como los extranjeros podían recibir un juicio justo y, si resultaban inocentes, podían vivir allí seguros. – Número de diapositiva 8
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De esta forma, el Señor le dio a Israel todas las tierras que Él había prometido. La conquistaron y vivieron allí. El Señor les dio paz, tal como Él había prometido. – Número de diapositiva 9
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El río Jordán corría de norte a sur a través de la tierra. Moisés había prometido las tierras al este del río Jordán a las tribus de Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés. La otra mitad de la tribu de Manasés tenía las tierras al oeste del río Jordán. Estas tribus del este habían cruzado el río Jordán para ayudar a las otras tribus a luchar para recuperar su tierra. – Número de diapositiva 10
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Josué convocó a las tropas de las tribus de Rubén, Gad y Manasés que vivían a este del Jordán. <br/>–Ustedes han obedecido al Señor en cada orden que les he dado –les dijo Josué–. Incluso aunque la campaña duró un largo tiempo, ustedes no han abandonado a los otras tribus. Ahora vayan y vivan en la tierra que Moisés les ha prometido al este del río Jordán y sigan obedeciendo al Señor su Dios. – Número de diapositiva 11
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Las tropas de estas tribus partieron hacia sus tierras. Pero antes de cruzar el río Jordán construyeron un gran monumento con la forma de un altar en la rivera oeste. – Número de diapositiva 12
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Cuando las tribus al oeste del río vieron el altar, se enojaron y temieron que las tropas de las tribus del este hubieran erigido un lugar de adoración rival. Tal era su furia que estaban preparados para ir a la guerra contra sus compatriotas judíos. – Número de diapositiva 13
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Antes de atacar, enviaron una delegación a las tribus del este. Allí iba Fineas, hijo de Eleazar el Supremo Sacerdote y representante de cada una de las tribus. <br/>–¿Por qué han construido un altar de rebelión contra el Señor Dios? –preguntaron–. El único altar auténtico del Señor está en Silo, donde vive el Señor entre todos nosotros. – Número de diapositiva 14
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–No hemos construido este altar en rebelión –protestaron las tribus del este–. El río Jordán funciona como barrera entre nuestras tribus y las de ustedes. Queríamos que este monumento sirviera para que los hijos de ustedes recordaran que nosotros también adoramos al Señor Dios. El altar no es para quemar ofrendas o sacrificios, sino como símbolo de la relación con Dios que ambos compartimos. Solo adoraremos a Dios en el altar frente al tabernáculo. – Número de diapositiva 15
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Fineas respondió:<br/>–El Señor está con nosotros porque ustedes no se han rebelado contra el Señor como nosotros creíamos. Por el contrario, ¡ustedes nos han salvado de la destrucción! – Número de diapositiva 16
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Fineas y la delegación regresaron a las tribus que vivían al oeste del río Jordán y les explicaron por qué se había construido el monumento. – Número de diapositiva 17
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Los pueblos de Rubén y Gad nombraron al altar “El altar del testimonio”, diciendo: “Es un testigo entre nosotros y ellos de que el Señor es nuestro Dios también. – Número de diapositiva 18
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Número de diapositiva 19