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Manasés: el rey pródigo

El malvado rey Manasés es encarcelado, se humilla a sí mismo ante Dios, se arrepiente y es restaurado
Contribución de Sweet Publishing
1
Manasés fue el hijo del Rey Ezequías y tenía solo 12 años cuando fue coronado Rey de Judá. – Número de diapositiva 1
2
Su padre Ezequías amaba a Dios. Cuando Ezequías cayó enfermo y estaba en su lecho de muerte, Dios lo curó y extendió su vida 15 años más. Cuando Manasés tenía 12 años de edad, Ezequías reinó junto a su joven hijo y lo instruyó para que se convirtiese en un buen gobernante. – Número de diapositiva 2
3
Manasés sabía que cuando los asirios habían asediado la ciudad de Jerusalém, su padre Ezequías había rezado a Dios por ayuda. Y Dios los había salvado de sus enemigos. También sabía que su padre había limpiado el templo y la tierra de ídolos, y que había alentado a todos para que confiaran solo en Dios. – Número de diapositiva 3
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Manasés tenía 22 años cuando su padre Ezequías murió. Ahora era libre de reinar como quisiese. – Número de diapositiva 4
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En lugar de obedecer a Dios o escuchar las advertencias del profeta Isaías, Manasés se rebeló. – Número de diapositiva 5
6
Alentó a las personas a reconstruir los altares para los dioses falsos que su padre había destruido. Estos altares aparecieron en los lugares elevados por todo el país. – Número de diapositiva 6
7
Manasés entonces construyó ídolos para el dios Baal y alentó la adoración falsa. – Número de diapositiva 7
8
A pesar del hecho de que Dios había prohibido que su gente adorara otros dioses, Manasés construyó un ídolo para adorar a la diosa Astoret, tal como el Rey Acab y su malvada esposa Jezabel habían hecho. – Número de diapositiva 8
9
Manasés fue de mal en peor al erigir altares para los falsos dioses incluso en el Templo de Jerusalén, el lugar mismo en el que Dios dijo que Su Nombre estaría para siempre. El Rey alentó a las personas para que adoraran los planetas y las estrellas. También esto era algo que Dios había prohibido. – Número de diapositiva 9
10
La maldad de Manasés aumentó cuando adoptó prácticas ocultas prohibidas. Buscó consejo de hechiceros, astrólogos y médiums. Sacrificó a sus hijos. El rey manchó Jerusalén con “sangre inocente” ya que mataba a todos aquellos que se interponían en su camino. Se convirtió en el rey más malvado de Judea. – Número de diapositiva 10
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El Señor advirtió a Manasés y a las personas de Judá, pero ellos se negaron a escuchar. Entonces, Dios realizó su dictamen e hizo que los comandantes del ejército del Rey de Asiria invadieran la tierra. – Número de diapositiva 11
12
Ellos capturaron a Manasés y lo encadenaron. – Número de diapositiva 12
13
Los asirios pasaron un gancho a través de la nariz de Manasés y lo llevaron de esta forma a Asiria. – Número de diapositiva 13
14
El Rey de Asiria era también el gobernador de Babilonia, y Manasés fue llevado a esta ciudad, conocida por su maldad. – Número de diapositiva 14
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Manasés fue encarcelado y permaneció allí por 12 años. Él estaba en profunda aflicción. – Número de diapositiva 15
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El prisionero Manasés se humilló a sí mismo frente a Dios y le rogó que lo perdone y lo ayude. Pocos creerían que lo merecía. Dios no solo escuchó su ruego sino que también se sintió tocado por sus palabras. El amor y el perdón de Dios se muestran a cualquiera que se arrepiente verdaderamente, incluso aquellos que han hecho las cosas más terribles. – Número de diapositiva 16
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Dios respondió la plegaria de Manasés. El Rey de Asiria decidió restaurarlo a su lugar de Rey de Judá una vez más. – Número de diapositiva 17
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De regreso en Jerusalén, Manasés empezó a vivir en obediencia de Dios. Se deshizo de los ídolos en los lugares elevados del país. – Número de diapositiva 18
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Los altares de los dioses falsos que había en el templo y en la ciudad fueron derribados y retirados de la ciudad. – Número de diapositiva 19
20
El templo fue liberado de los ídolos y objetos que Dios había prohibido. – Número de diapositiva 20
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El Rey Manasés restauró el altar de Dios en el Templo e hizo sacrificios y ofrendas de paz en él. – Número de diapositiva 21
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El Rey les dijo a las personas que sirvieran a Dios. Él los había llevado por mal camino y había sido un mal ejemplo, pero ahora los urgía a arrepentirse y volverse a Dios como él había hecho. – Número de diapositiva 22
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Número de diapositiva 23