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Curación de una mujer y resurrección de la hija de Jairo

Jesús realiza dos milagros en Capernaúm.
Contribución de Lars-Goran Ronnberg
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La Biblia habla de una niña de 12 años que vivía en la ciudad de Capernaúm. No sabemos su nombre ni el de su madre, pero dice que su padre se llamaba Jairo y era un líder en la sinagoga local. – Número de diapositiva 1
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Un día la niña se puso muy enferma. Su madre y su padre se preocuparon mucho porque tenía una fiebre muy alta. – Número de diapositiva 2
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Jesús se estaba quedando en el mismo pueblo que la muchacha, pero el día anterior había salido en una barca para visitar la otra orilla del mar de Galilea. Pero a la mañana siguiente se difundió la emocionante noticia de que una barca con Jesús en ella había regresado a la orilla. – Número de diapositiva 3
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Jairo sabía que Jesús podía ayudar a su hija enferma, así que corrió hacia la orilla lo más rápido que pudo. – Número de diapositiva 4
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Cuando encontró a Jesús, se echó a sus pies y dijo: "¡Jesús! Mi hija está muy enferma. ¿Puedes venir a nuestra casa y sanarla?" – Número de diapositiva 5
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Jesús aceptó ir con Jairo. – Número de diapositiva 6
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Una gran multitud de personas que habían estado siguiendo a Jesús se agolpó alrededor de ellos mientras caminaban por las estrechas calles del pueblo. – Número de diapositiva 7
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Había una mujer que había estado enferma durante el mismo tiempo que la niña: 12 largos y difíciles años. Tenía problemas con la sangre y heridas que no sanaban bien. Mucha gente la llamaba "impura" cuando sangraba y la hemorragia no se detenía. Algunos pensaban erróneamente que debía ser una mala persona para sufrir de esta manera. Había comprado a los médicos tratamientos y medicamentos caros, pero ninguno de ellos le había ayudado y algunos habían empeorado el problema. – Número de diapositiva 8
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La mujer creía que Jesús podía ayudarla, pero no se le permitía acercarse a la gente ni tocarla porque era "impura".<br /> Ella pensó: "Si puedo tocar a Jesús y una de las borlas de las esquinas del dobladillo de su manto, quedaré sana". <br /> (Se pensaba que estas borlas eran un signo de la autoridad y el poder de una persona). – Número de diapositiva 9
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Ocultando su rostro para que nadie la reconociera, se unió silenciosamente a la multitud y se acercó sigilosamente a Jesús. Sin que nadie la viera, extendió una mano y agarró una borla de la esquina del manto de Jesús. – Número de diapositiva 10
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Inmediatamente quedó sana. ¡Fantástico! El dolor había desaparecido por completo. Su sangre estaba limpia y sana. – Número de diapositiva 11
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Pero entonces Jesús se detuvo y la multitud también. "¿Quién me ha tocado?", preguntó Jesús. – Número de diapositiva 12
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Pedro, que era uno de los doce discípulos de Jesús, respondió: "Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen. ¿Cómo puedes preguntar quién me ha tocado?" – Número de diapositiva 13
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Pero Jesús respondió: "Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió poder sanador de mí". – Número de diapositiva 14
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La mujer jadeó: "Jesús se ha dado cuenta de que le he tocado deliberadamente". Como alguien "impuro" que no podía tocar a otras personas, tenía miedo de lo que Jesús pudiera decir. – Número de diapositiva 15
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La mujer lloró y cayó a los pies de Jesús. "Fui yo quien te tocó", confesó. – Número de diapositiva 16
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Pero Jesús no se enfadó con la mujer. Al contrario, la acogió y le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y libérate de tu sufrimiento". – Número de diapositiva 17
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En ese momento, un mensajero de la casa de Jairo se abrió paso entre la multitud. "¡Jairo! ¡Tu hija ha muerto! No molestes más a Jesús. Ya es demasiado tarde". – Número de diapositiva 18
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Jesús se dirigió a Jairo y le dijo: "No temas; cree solamente, y ella será sanada".<br/> Y siguieron caminando junto a la multitud. – Número de diapositiva 19
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Muchos parientes y amigos de Jairo y de su familia se habían reunido en su casa y lloraban y se lamentaban fuertemente porque la niña había muerto. – Número de diapositiva 20
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Jesús les dijo: "¿Por qué todo este alboroto y estos lamentos? No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme". – Número de diapositiva 21
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Todos los familiares y los dolientes comenzaron a reírse de Jesús. Sabían que la chica estaba muerta. – Número de diapositiva 22
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Jesús hizo salir de la casa a todos los que se reían. Solo Jairo y la madre de la niña, junto con los discípulos Pedro, Santiago y Juan, se les permitió quedarse dentro. – Número de diapositiva 23
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Entonces Jesús fue y tomó a la niña muerta de la mano, y le ordenó: "Niña, a ti te digo que revivas". – Número de diapositiva 24
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Inmediatamente, la niña volvió a la vida y se sentó en la cama. – Número de diapositiva 25
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Luego se puso de pie y caminó. Su madre y su padre estaban muy contentos. – Número de diapositiva 26
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Jesús sabía que la niña había estado demasiado enferma y no había comido durante varios días, así que les dijo a sus padres que la alimentaran. – Número de diapositiva 27
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A la niña le sirvieron la comida y se la comió toda. Sabía muy bien. Todos estaban muy contentos por lo que había hecho Jesús. – Número de diapositiva 28
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Agradecieron y alabaron a Jesús por lo que había hecho. Jesús tenía el poder de Dios para hacer que una persona muerta volviera a vivir. – Número de diapositiva 29
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Fuera de la casa, los que se habían burlado y reído de Jesús esperaban para saber qué había pasado. – Número de diapositiva 30
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De repente, la puerta se abrió y, de pie, había una niña de 12 años viva, feliz y sana, que había estado muerta y había resucitado. Se quedaron con la boca abierta, totalmente incrédulos. – Número de diapositiva 31
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Todos los que vivían en esta zona se enteraron ahora de lo que había sucedido. Jesús no solo podía sanar a los enfermos, sino que podía resucitar a los muertos. Solo Dios podía hacer esto. – Número de diapositiva 32
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Así que Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad de Capernaúm camino a Nazaret. Todos estaban muy contentos. – Número de diapositiva 33
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La familia estaba muy contenta de que Jesús hubiera venido a ayudar. Qué increíble es Jesús.<br /> Sí, porque cuando Jesús anduvo en la tierra, era Dios caminando en la tierra. Jesús era al mismo tiempo Dios y hombre. – Número de diapositiva 34
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