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Un día, Moisés estaba cuidando a sus ovejas cuando vio un fuego en un pequeño arbusto. La zarza no se quemaba, así que Moisés se acercó a mirar y Dios le habló desde la zarza ardiente. – Número de diapositiva 1
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"Quítate las sandalias. Este es un lugar santo", dijo Dios. "Ve y dile al rey Faraón que deje ir a mi pueblo. Yo te ayudaré". Moisés hizo lo que Dios le dijo que hiciera. – Número de diapositiva 2
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"Dios me ha enviado para decirte que dejes ir al pueblo de Dios", dijo Moisés a Faraón. "¡No, son mis mejores trabajadores!", dijo Faraón. "No los dejaré ir". – Número de diapositiva 3
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Pero Dios hizo que el rey Faraón cambiara de opinión. "Será mejor que deje ir a esa gente", dijo Faraón. "Entonces todas estas cosas horribles dejarán de sucederme". – Número de diapositiva 4
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Pero el rey Faraón envió a sus soldados a perseguir al pueblo. "Apúrense y tráiganlos de vuelta. Los necesito para que hagan todas mis obras", dijo. – Número de diapositiva 5
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El pueblo llegó al Mar Rojo. Las aguas eran profundas y no podían cruzar. Los soldados egipcios estaban a punto de alcanzarlos y la gente no sabía qué hacer. – Número de diapositiva 6
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Dios envió un viento fuerte que abrió un camino en el mar. Todos caminaron con seguridad hasta el otro lado a través del camino seco. – Número de diapositiva 7
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Entonces, los soldados del faraón intentaron seguir el camino. El viento dejó de soplar y las olas se estrellaron contra ellos. Dios ayudó a Moisés, tal como lo había prometido. – Número de diapositiva 8
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Número de diapositiva 9