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Cuando Porcio Festo sucedió a Félix como gobernador, las autoridades judías pidieron que Pablo fuera enjuiciado en Jerusalén (con la esperanza de hacer una emboscada en el camino y matarlo). Festo, en lugar de esto, aceptó hacer un juicio nuevo en Cesárea. Pablo negó los cargos diciendo:<br/>–No soy culpable de ningún crimen ni contra las leyes judías ni contra el Templo ni contra el gobierno romano. – Número de diapositiva 1
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Entonces, Festo, queriendo agradar a los judíos, le preguntó:<br/>–¿Estás dispuesto a ir a Jerusalén y tener un juicio ante mí allí? – Número de diapositiva 2
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–¡No! –respondió Pablo–. Esta es la corte romana oficial, por lo que debo tener el juicio aquí. Tú sabes que no soy culpable. Si he hecho algo que merezca la muerte, deberé morir. Pero si soy inocente, nadie tiene derecho a entregarme a estos hombres para que me maten. ¡Apelo al César! – Número de diapositiva 3
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Festo deliberó con sus consejeros y luego respondió:<br/>–¡Muy bien! Has apelado al César y con el César irás. – Número de diapositiva 4
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Unos días más tarde, el Rey Agripa llegó con su hermana, Berenice, para presentar sus respetos a Festo. Discutieron el caso de Pablo juntos.<br/>–Quisiera escuchar al hombre por mí mismo –dijo Agripa–. ¡Lo harás, mañana! – Número de diapositiva 5
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Al día siguiente, Agripa y Berenice llegaron al auditorio, acompañados por oficiales militares y hombres prominentes de la ciudad. Pablo fue traído ante ellos. Festo anunció:<br/>–Este es el hombre cuya muerte es pedida por todos los judíos, pero en mi opinión, él no ha hecho nada que merezca la muerte. Sin embargo, dado que él ha apelado su caso al emperador, he decidido enviarlo a Roma. Pero ¿bajo qué cargos lo enviaré? – Número de diapositiva 6
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Pablo se paró y les dijo cómo había encontrado a Jesús en su camino hacia Damasco y cómo se había hecho cristiano (Hechos 26:1-23). – Número de diapositiva 7
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De pronto, Festo gritó:<br/>–¡Pablo, estás loco! Demasiado estudio te ha enloquecido. – Número de diapositiva 8
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Pablo respondió:<br/>–No estoy loco, Su Gran Excelencia Festo. Lo que estoy diciendo es la verdad. El Rey Agripa sabe sobre estas cosas. Rey Agripa, ¿cree usted en los profetas? Yo sé que sí. – Número de diapositiva 9
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Agripa lo interrumpió.<br/>–¿Crees que puedes convencerme de volverme un cristiano tan rápidamente? – Número de diapositiva 10
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Pablo respondió:<br/>–Sea rápido o no, rezo a Dios que ustedes dos y todos aquí en esta audiencia se vuelvan igual que yo, excepto por estas cadenas. – Número de diapositiva 11
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Entonces, el rey, el gobernador, Berenice y todos los demás se pararon y se fueron. Mientras salía, todos estuvieron de acuerdo:<br/>–Este hombre no ha hecho nada para merecer la muerte o la prisión –le dijo Agripa a Festo–. Podría haber sido puesto en libertad si no hubiera apelado al César. – Número de diapositiva 12
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