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Balaam y su asna

Mientras Balaam se dirige a maldecir a los israelitas, Dios interviene y el asna de Balaam tiene algo que decir.
Contribución de Richard Gunther
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Balaam vivía en la tierra de Petor, cerca del río Éufrates. Era un profeta a sueldo. Cuando Balac, el rey de Moab, vio a todos los israelitas acampados al este del río Jordán, frente a Jericó, su pueblo se aterrorizó. "Esta muchedumbre nos comerá como un buey lame la hierba", exclamaron. Así que Balac envió mensajeros a Balaam. – Número de diapositiva 1
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Los mensajeros de Balac ofrecieron a Balaam dinero para que fuera a maldecir a los israelitas. "Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido", dijo Balac. – Número de diapositiva 2
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Esa noche, Dios le habló a Balaam en un sueño. “¡No lo hagas!”, le dijo Dios. “No debes maldecir a los israelitas, porque yo los he bendecido". Balaam obedeció y envió a los mensajeros a casa, pero estos volvieron ofreciendo más dinero y honores. De nuevo Dios habló a Balaam por la noche. "Puedes levantarte e ir con estos hombres, pero asegúrate de decir solo lo que yo te diga". – Número de diapositiva 3
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A la mañana siguiente, Balaam ensilló su asno y partió hacia Moab. Pero Dios estaba enojado con la actitud ansiosa de Balaam. – Número de diapositiva 4
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Cuando Balaam y dos siervos iban cabalgando, eñ asna de Balaam vio de repente al Ángel del Señor parado en el camino con una espada desenvainada. Salió del camino hacia un campo, pero Balaam la obligó a volver al camino. – Número de diapositiva 5
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El ángel se situó entonces en el lugar donde el camino pasaba entre dos muros de viñedos. El burro se escabulló del ángel presionando contra la pared, aplastando el pie de Balaam en el proceso. Entonces este volvió a golpear la asna. Entonces el ángel bloqueó el camino y la asna se echó al suelo. – Número de diapositiva 6
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En un ataque de ira, Balaam golpeó a la asna por tercera vez. El Señor hizo que la asna hablara. "¿Qué he hecho para que me pegues estas tres veces?", preguntó. – Número de diapositiva 7
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"¡Me has hecho quedar como un tonto!", gritó Balaam. "Ojalá tuviera una espada para matarte". Entonces Dios abrió los ojos de Balaam para que viera al ángel. El ángel le dijo: "Ve con los hombres, pero di solo lo que yo te diga". – Número de diapositiva 8
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Balaam se dirigió a Balac y fue llevado al monte Bamot-baal con vistas al ejército israelita. Balaam ofreció sacrificios y luego dijo lo que Dios le dijo. En lugar de maldecir a los israelitas, los bendijo. "¿Qué me has hecho?", preguntó el rey Balac.<br /> Hizo marchar a Balaam al monte Pisga para que hiciera más sacrificios. De nuevo Balaam dijo lo que Dios le había dicho y bendijo a los israelitas. – Número de diapositiva 9
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Un furioso Balac llevó entonces a Balaam al monte Peor para ofrecer sacrificios. Pero el Espíritu de Dios se apoderó de Balaam y solo habló cosas buenas de los israelitas. El rey Balac, lívido de ira, gritó: "Te llamé para que maldijeras a mis enemigos y, en cambio, los has bendecido tres veces. ¡Lárgate de aquí! Vuelve a casa".<br /> Balaam anunció que los israelitas vencerían a sus enemigos y se fue a casa. No se le concedieron los honores que Balac le había prometido. – Número de diapositiva 10
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Número de diapositiva 11