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David, el oso y el león

David demuestra su valentía protegiendo a sus ovejas.
Contribución de Richard Gunther
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David era el menor de ocho hermanos y se dedicaba a cuidar las ovejas de su padre, que pastaban en las colinas de los alrededores de Belén. – Número de diapositiva 1
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Pero había leones que a veces merodeaban por las colinas para atrapar a los corderos jóvenes. Si un león se llevaba a un cordero, David no huía, sino que perseguía al león con un garrote de madera y lo golpeaba hasta matarlo para rescatar al cordero de su boca. – Número de diapositiva 2
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David también utilizaba una honda para ahuyentar a los animales salvajes que se acercaban al rebaño. – Número de diapositiva 3
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Colocaba una pequeña piedra en la honda y luego la hacía girar una y otra vez, cada vez más rápido. – Número de diapositiva 4
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Entonces dejaba que la piedra saliera volando en dirección al animal salvaje. – Número de diapositiva 5
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A veces, la piedra ahuyentaba al animal feroz, pero si le daba en el lugar adecuado lo mataba. – Número de diapositiva 6
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David protegía valientemente a sus ovejas y no tenía miedo de los leones que venían a atacar a los corderos. – Número de diapositiva 7
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David era un buen pastor, que guiaba a sus ovejas a encontrar nuevos pastos. – Número de diapositiva 8
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Mientras las cuidaba, aprendió a tocar el arpa y a entonar cantos de alabanza a Dios. Algunos de sus cantos se conocen como salmos y se encuentran en la Biblia. – Número de diapositiva 9
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En las colinas tranquilas aprendió a orar a Dios y a confiar en Él. – Número de diapositiva 10
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Otros animales salvajes que iban tras sus ovejas eran los osos. – Número de diapositiva 11
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En lugar de huir, David corría hacia ellos. – Número de diapositiva 12
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Con su cayado de pastor atacaba al oso. – Número de diapositiva 13
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El oso sacaba sus garras, pero David seguía atacándolo. Le explicó al rey Saúl: "Si se levantaba contra mí, lo tomaba por la quijada, lo hería y lo mataba". – Número de diapositiva 14
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David aprendió a confiar en Dios para que le ayudara a proteger a sus ovejas contra los leones y los osos. Por eso, más tarde, se sintió tranquilo de confiar en Dios y enfrentarse al gigante filisteo Goliat, que amenazaba al pueblo de Dios. – Número de diapositiva 15
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Número de diapositiva 16