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Jonás

Dios tiene un mensaje para el pueblo de Nínive, pero Jonás no quiere llevarlo.
Contribución de Richard Gunther
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Hace muchos años, vivía en un pueblo un poco al norte de Nazaret un hombre llamado Jonás. Era hebreo e israelita. – Número de diapositiva 1
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También era un profeta que amaba al Señor, y mucha gente acudía a él en busca de consejos y enseñanza. Amaba a su nación. – Número de diapositiva 2
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Un día, Dios le dijo a Jonás: "¡Ve a la ciudad de Nínive y dales un mensaje de mi parte! Diles que son una ciudad mala y que pienso castigarlos por ser tan malos". – Número de diapositiva 3
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Jonás no quería ir a Nínive. La gente de allí eran asirios y enemigos de su pueblo que vivía en Israel. Así que, en lugar de eso, trató de huir de Dios. Fue al puerto y se subió a un barco. – Número de diapositiva 4
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El barco iba a un lugar lejano llamado Tarsis, en dirección opuesta a Nínive. Jonás pensó que había escapado, pero Dios lo estaba observando. Dios envió una feroz tormenta. – Número de diapositiva 5
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La tormenta arremetió contra el barco y enormes olas comenzaron a arrastrarlo. Los marineros estaban muy asustados. Sabían que la tormenta era tan inusual que debía haber llegado por alguna razón especial. – Número de diapositiva 6
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Los marineros pensaron que alguien del barco debía ser el causante de la tormenta. Empezaron a echar suerte, para ver si podían elegir al culpable. – Número de diapositiva 7
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Mientras los marineros hacían esto, Jonás estaba en su camarote, profundamente dormido. Pronto los marineros decidieron que el culpable de la tormenta era Jonás, así que fueron a llamar a su puerta. – Número de diapositiva 8
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"¡Despierta!", gritaron, "¿Por qué no estás clamando a tu Dios?". <br/>Jonás sabía que la tormenta era culpa suya y confesó: "Soy hebreo y profeta de Dios. He desobedecido y estoy huyendo de Él". – Número de diapositiva 9
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"¿Qué vamos a hacer?", preguntaron los asustados marineros. "Si te quedas en el barco, pronto nos hundiremos y nos ahogaremos todos". <br />“La tormenta es culpa mía", -dijo Jonás. "¡Echadme del barco!". – Número de diapositiva 10
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Los marineros no querían que Jonás muriera, pero para salvar sus propias vidas lo arrojaron por la borda. Inmediatamente, la tormenta se detuvo. – Número de diapositiva 11
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Jonás se hundió en el mar. Todo parecía perdido. Toda esperanza había desaparecido. Pero Dios no había terminado con Jonás. – Número de diapositiva 12
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Dios hizo que un gran pez, tomara a Jonás en su boca y se lo tragara. De repente, Jonás se encontró vivo de nuevo, ¡solo que ahora estaba dentro de un enorme estómago! – Número de diapositiva 13
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Dios había mostrado amor y perdón a su desobediente profeta. Jonás exclamó lo sorprendido que estaba de estar vivo.<br/>"Dio las gracias a Dios por haberlo rescatado de las profundidades del mar y prometió hacer lo que Dios quisiera en el futuro". – Número de diapositiva 14
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Pasaron tres días y tres noches, y entonces Dios hizo que el gran pez se acercara a tierra y escupiera a Jonás. Este desembarcó en la arena y caminó por la playa, asombrado y agradecido. – Número de diapositiva 15
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Cuando Dios le dijo una vez más que fuera a Nínive, esta vez hizo lo que Dios quería y se puso en marcha de inmediato.<br />Recorrió las calles de la gran ciudad de Nínive, gritando: "¡Dios está enojado con esta ciudad! Si no dejáis de ser tan malos, Dios os destruirá a todos. Tenéis 40 días para decidiros". – Número de diapositiva 16
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El rey de Nínive era un hombre malvado, pero cuando escuchó lo que decía Jonás supo que era un mensaje de Dios. "Este hombre es un profeta de Dios", pensó el rey, "será mejor que hagamos lo que dice". – Número de diapositiva 17
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El rey de Nínive se quitó sus ropas reales y se puso ropas viejas de cilicio para mostrar lo arrepentido que estaba por ser tan malvado. Dio una orden real. "Todo el mundo en Nínive debe dejar de hacer cosas malas e injustas", exigió. Todos los habitantes de la ciudad se apartaron de su maldad. – Número de diapositiva 18
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Cuando Dios vio que el pueblo de Nínive había escuchado y había dejado de hacer cosas malas, decidió perdonarlos y no castigarlos. Cuando Jonás escuchó esto se enojó mucho. "Estas personas son mis enemigos. No quiero que los perdones", se quejó. "¿Por qué tienes que ser tan amable, cariñoso y atento todo el tiempo?". – Número de diapositiva 19
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Jonás salió de la ciudad y se sentó a observar. Estaba enojado y seguía esperando que Dios destruyera Nínive. Hizo un refugio con unos palos, que no le sirvió de mucho. – Número de diapositiva 20
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Dios quería enseñarle a Jonás una lección sobre el amor y el perdón. Así que hizo que una planta creciera muy rápidamente, y pronto Jonás estuvo protegido y a la sombra bajo una masa de hojas. – Número de diapositiva 21
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El enojado Jonás se calmó para relajarse a la sombra de aquella planta. "¡Muy bonito!", dijo, "¡Justo lo que necesitaba!" Se refrescó y disfrutó del frondoso refugio. – Número de diapositiva 22
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Pero esa noche Dios hizo que apareciera un gusano. Era un supergusano, con un enorme apetito. Se comió el tallo de la planta, y cayeron sus hojas. Al día siguiente Jonás se despertó muy acalorado y molesto. – Número de diapositiva 23
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"¡Prefiero estar muerto que sentado aquí al sol!" Jonás refunfuñó a Dios: "¿Por qué me has quitado mi refugio?". <br/>"Te enojas por una planta que ha muerto, una planta que no has creado", dijo Dios, "¿Pero no te importa una ciudad entera de 120 000 personas? ¿No crees que tengo derecho a preocuparme por la gente de Nínive a la que he creado y amo?". – Número de diapositiva 24
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Jonás se dio cuenta de lo egoísta que había sido. Por eso escribió sus aventuras en la Biblia, para darnos a conocer las duras lecciones que aprendió. Dios nos hizo y nos ama. Quiere que acudamos a Él en busca de perdón. – Número de diapositiva 25
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La ciudad de Nínive se salvó y Jonás volvió a su tierra. ¡Y vaya historia que tuvo que contar cuando llegó a casa! – Número de diapositiva 26
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Encontrarás la historia de Jonás en la Biblia. Es un libro pequeño, quizá de solo dos páginas, entre los libros de Abdías y Miqueas. – Número de diapositiva 27
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Cuando Jesús vino a nuestro mundo explicó que, al igual que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la criatura marina, Él estaría tres días y tres noches muerto en la tumba. – Número de diapositiva 28
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Al igual que Jonás fue rescatado del mar después de tres días, Jesús resucitó de entre los muertos. Y es debido a que Jesús está vivo que también nosotros podemos conocer el amor y el perdón de Dios. – Número de diapositiva 29
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Número de diapositiva 30