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Nace Samuel

Cuando Ana reza por un niño, ella promete que lo devolverá a Dios.
Contribución de Sweet Publishing
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Había un hombre llamado Elcaná que tenía dos esposas, Ana y Penina. – Número de diapositiva 1
2
Penina tenía hijos, pero Ana no. – Número de diapositiva 2
3
Elcaná vivía en Ramá. Todos los años, él y su familia viajaban a Silo para rendir culto a Dios en el Tabernáculo. – Número de diapositiva 3
4
Un anciano llamado Elí era el Sumo Sacerdote en el Tabernáculo, pero sus dos hijos, que también eran sacerdotes, eran muy desobedientes. – Número de diapositiva 4
5
Mientras estaban en el Tabernáculo, Penina, que tenía hijos, se burló de Ana y la criticó porque no tenía hijos. Esto angustió tanto a Ana que no podría comer. – Número de diapositiva 5
6
Su marido, Elcaná, trató de tranquilizarla:<br/>–¿Por qué te angustias por no tener hijos? Me tienes a mí, ¿no es eso mejor que tener diez hijos? – Número de diapositiva 6
7
Después de una comida sacrificial en Silo, Ana se levantó y se fue a rezar. Estaba profundamente angustiada. Elí estaba en su lugar acostumbrado, a la entrada del Tabernáculo. – Número de diapositiva 7
8
Ana lloró y prometió a Dios:<br/>–Oh, Señor, si me das un hijo, luego te lo devolveré. Será tuyo por el resto de su vida, y como señal de que estará dedicado al señor, nunca se le cortará el cabello. – Número de diapositiva 8
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Elí vio que los labios de Ana se movían, pero no escuchaba ningún sonido y pensó que ella había estado bebiendo.<br/>–¿Has venido aquí borracha? –demandó–. ¡Vomita tu vino! – Número de diapositiva 9
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–No he bebido –protestó Ana–. Estaba vertiendo mi corazón en el Señor con gran angustia y pena.<br/>–En ese caso –respondió Elí–, ¡ve en paz! Que Dios escuche tu plegaria.<br/>Ana le agradeció a Elí y se fue más tranquila. – Número de diapositiva 10
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Poco tiempo después de regresar a su casa, Ana quedó embarazada y más tarde dio a luz a un varón. Ella y Elcaná lo llamaron Samuel, porque ella dijo: “Pedí por él al Señor”. – Número de diapositiva 11
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Cuando Samuel fue lo suficientemente mayor, Ana mantuvo su promesa y lo llevó al Tabernáculo para entregarlo a Dios y que recibiera instrucción para servir al Señor.<br/>–Pedí al Señor que me dé a este hijo –declaró–. Dios ha escuchado mi plegaria. Ahora lo estoy entregando al Señor y será suyo por el resto de su vida. – Número de diapositiva 12
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Samuel se quedó en el Tabernáculo y aprendió a amar, obedecer y servir a Dios. Su madre, Ana, iba a visitarlo cada vez que iba a rendir culto a Dios en el Tabernáculo. – Número de diapositiva 13
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Número de diapositiva 14