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Samuel guió y aconsejó a las personas de Israel según las leyes de Dios. Solía preguntarle a Dios qué debía hacer. Cuando envejeció, nombró a sus hijos Joel y Abías como los nuevos líderes. – Número de diapositiva 1
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Joel y Abías gobernaban desde Beerseba, pero, en lugar de seguir las leyes de Dios, eran deshonestos y aceptaban sobornos. Las personas empezaron a quejarse sobre esta injusticia. Entonces los ancianos de Israel se reunieron para encontrarse con Samuel en Rama. – Número de diapositiva 2
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–Tú eres anciano y tus hijos no siguen tu camino –le dijeron a Samuel–. Danos un rey como lo tienen las otras naciones.<br/>Samuel no estaba de acuerdo pero le rezó al Señor. El Señor le dijo:<br/>–No es a ti a quien han rechazado, sino que me han rechazado a mí como su rey.<br/>Samuel les advirtió de las consecuencias de elegir a un rey. – Número de diapositiva 3
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–Un rey tomará a los hijos de ustedes y los pondrá en su ejército. Otros trabajarán los campos del rey o serán sus artesanos. Las hijas de ustedes se convertirán en las perfumistas, cocineras y panaderas del rey. Un rey tomará un décimo del grano y los rebaños del pueblo y ustedes se convertirán en sus esclavos. Cuando pidan a gritos que Dios los rescate del rey, Él no los salvará.<br/>–Danos un rey como las otras naciones, el cual nos pueda liderar y luchar nuestras batallas. – Número de diapositiva 4
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Samuel repitió al Señor lo que las personas habían dicho. El Señor respondió:<br/>–Escúchalos y dales un rey. – Número de diapositiva 5
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Entonces Samuel les dijo a los israelitas:<br/>–Todos regresen a sus pueblos. – Número de diapositiva 6
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Había un hombre de la tribu de Benjamín llamado Kish, que tenía un hijo llamado Saúl. Saúl era un joven bien parecido que era una cabeza más alto que cualquier otro hombre. Kish había perdido sus asnos y le había pedido a Saúl que tomara un sirviente y que recorriera las montañas para encontrarlos. – Número de diapositiva 7
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Saúl y su sirviente buscaron a los asnos perdidos, pero no pudieron encontrarlos. Saúl quería regresar a su casa, pero el sirviente sugirió:<br/>–Hay un hombre de Dios muy respetable en esta ciudad. Quizás él pueda decirnos qué camino tomar. – Número de diapositiva 8
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Cuando subieron a la ciudad, se encontraron con Samuel. Él se dirigía al lugar elevado donde adoraba a Dios. – Número de diapositiva 9
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El día anterior, Dios le había dicho a Samuel:<br/>–Mañana a esta misma hora, enviaré a un hombre de la tierra de Benjamín. Úngelo para que sea el gobernante de mi pueblo Israel. Él los liberará de los filisteos. – Número de diapositiva 10
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Saúl le preguntó a Samuel:<br/>–¿Puedes decirme dónde está la casa del profeta?<br/>–Yo soy el profeta –respondió Samuel–. Vengan conmigo al lugar elevado, luego coman conmigo y regresen a su casa mañana. Con respecto a los asnos perdido, ya han aparecido. La nación se está volviendo hacia ti y hacia tu linaje. <br/>–Pero yo soy de la tribu más pequeña y mi clan no es importante –protestó Saúl. – Número de diapositiva 11
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Samuel invitó a Saúl y a 30 invitados a una cena, y más tarde habló con él en el techo de su casa. – Número de diapositiva 12
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A la mañana siguiente, mientras Saúl y su sirviente se preparaban para irse, Samuel le pidió al sirviente que se adelantara ya que tenía un mensaje de Dios para darle a Saúl. – Número de diapositiva 13
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Cuando estuvieron solos, Samuel tomó un frasco de aceite de oliva y lo vertió sobre la cabeza de Saúl.<br/>–¿Acaso el Señor no te ha elegido para ser el gobernante de Sus tierras? –preguntó Samuel.<br/>Luego, le contó a Saúl tres cosas que le pasarían. – Número de diapositiva 14
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En el lugar donde estaba el roble de Tabor, se encontraría con tres hombres que estaban camino a Betel y le darían dos hogazas de pan. En Guibeá, se encontraría con un grupo de profetas que estaban adorando a Dios. El Espíritu del Señor bajaría sobre Saúl con gran poder y él profetizaría con ellos. En Zela, un hombre le diría que los asnos de su padre ya habían sido encontrados. – Número de diapositiva 15
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Estas cosas ocurrieron tal como Samuel había dicho. Cuando llegó a Guibeá, se encontró con una procesión de profetas. El Espíritu de Dios descendió poderosamente sobre él  y se unió a sus profecías.<br/>–¿Qué le ha pasado al hijo de Kish? –preguntaban las personas–. ¿Acaso Saúl es ahora un profeta? – Número de diapositiva 16
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Samuel reunió a las personas de Israel. Echándose a suerte, la tribu de Benjamín fue seleccionada – Número de diapositiva 17
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Corrieron a buscarlo y lo trajeron. Él se paró, una cabeza más alto de todos los demás. Samuel anunció:<br/>–¿Pueden ver al hombre que eligió el Señor? No hay nadie como él.<br/>Entonces las personas gritaron:<br/>–¡Larga vida al rey!<br/>Samuel explicó a todos los derechos y deberes de los reyes y los escribió en un pergamino. Las personas entonces se fueron a sus casa, pero no todos estaban contentos. Algunos murmuraban:<br/>–¿Cómo podría ayudarnos este hombre?<br/>Despreciaban a Saúl y no le llevaron regalos. – Número de diapositiva 18
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