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Después de que Jesús muriera en la cruz, un rico seguidor de Jesús llamado José fue se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. José tomó el cuerpo de Jesús y lo enterró en su propio sepulcro nuevo y después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue. María Magdalena y la otra María se sentaron afuera. (Mateo 27:57-61) – Número de diapositiva 1
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Al día siguiente, los principales sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato y le pidieron que sellara la tumba y pusiera guardias en ella. Tenían miedo de que los discípulos de Jesús fueran al sepulcro y robaran el cuerpo de Jesús. Después de eso, podrían afirmar que Jesús resucitó de entre los muertos. (Mateo 27:62-66) – Número de diapositiva 2
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… y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. El aspecto del ángel era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve; y de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. (Mateo 28:2-4) – Número de diapositiva 3
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El domingo, las mujeres fueron al sepulcro de Jesús para llevar especias y ungir su cuerpo. Al acercarse al sepulcro se preguntaron cómo entrarían. Encontraron la piedra removida y al entrar vieron que el cuerpo de Jesús no estaba. (Marcos 16:1-4) – Número de diapositiva 4
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Al entrar en el sepulcro, el ángel les dijo: "No os asombréis; buscáis a Jesús el Nazareno, que ha sido crucificado. Ha resucitado; no está aquí; he aquí el lugar donde lo pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis”. (Marcos 16:5-7, LBLA) – Número de diapositiva 5
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Esa mañana, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había sucedido. Y después de reunirse dieron una gran cantidad de dinero a los soldados, diciendo: “Decid esto: Sus discípulos vinieron de noche y robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos”. (Mateo 28:11-14, LBLA) – Número de diapositiva 6
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Por la noche, en una habitación cerrada, Jesús se apareció de repente a sus discípulos y los bendijo. Todos estaban entusiasmados y compartieron la buena noticia con Tomás, que no estaba allí. Tomás dijo: "No creeré si no lo veo con mis propios ojos". (Juan 20:19-25) – Número de diapositiva 7
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Ocho días después, Jesús volvió a aparecérseles y le mostró a Tomás sus manos y su costado heridos. Tomás dijo: "¡Señor mío y Dios mío!”<br/>Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron". (Juan 20:26-29) – Número de diapositiva 8
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Era el momento de que los discípulos fueran a Galilea y vieran a Jesús como Él les había indicado. Jesús aún no había aparecido y una noche Pedro decidió salir a pescar al Mar de Galilea. Algunos de los discípulos se le unieron. (Juan 21:1-3) – Número de diapositiva 9
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Algunos de los discípulos, incluido Pedro, eran pescadores experimentados. Salieron a pescar toda la noche y no pescaron nada. Al amanecer, regresaron a la orilla, decepcionados, remando. Probablemente les pareció una gran pérdida de tiempo. (Juan 21:3b) – Número de diapositiva 10
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Jesús se paró en la orilla y les gritó: “Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado?”<br/>Le respondieron: “No”. Y Él les dijo: “Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca”. (Juan 21:4–6a) – Número de diapositiva 11
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Hicieron lo que el hombre que estaba en la orilla les dijo, aunque todavía no se daban cuenta de que era Jesús quien les daba instrucciones. Cuando hicieron lo que Jesús les ordenó, pescaron tantos peces que no podían sacar la red. (Juan 21:6b y 21:11) – Número de diapositiva 12
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Pero Juan se dio cuenta de que era Jesús el que estaba en la orilla y que les dijo qué hacer. Le dijo a Pedro: "Es el Señor". Pedro no esperó a que remaran hasta la orilla, y saltó de la barca y nadó hacia su Señor. (Juan 21:6b-7) – Número de diapositiva 13
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Cuando todos bajaron a tierra, Jesús les dijo: "Venid a desayunar". Jesús ya había dejado preparado un fuego y un pescado colocado sobre él y pan. Jesús también les animó a que agregaran algunos de los peces a la comida. (Juan 21:9-14) – Número de diapositiva 14
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Cuando terminaron de desayunar, Jesús le habló a Simón Pedro. Tres veces Jesús le preguntó si lo amaba. Jesús le hizo estas preguntas porque sabía el importante papel que Pedro tendría en Su iglesia y cómo Pedro moriría por su fe. (Juan 21:15-18) – Número de diapositiva 15
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Antes de que Jesús ascendiera al cielo le dijo a Sus discípulos: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mateo 28:18b-19, LBLA) – Número de diapositiva 16
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Número de diapositiva 17